Diez castillos medievales para disfrutar de la historia al otro lado de la frontera

2022-10-12 20:47:55 By : Mr. James Pan

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El Alentejo es sinónimo de paisajes naturales, de tradición, de coquetos pueblos y de una rica gastronomía, pero también de historia. Esta región portuguesa cuenta con algunos de los castillos medievales mejor conservados del país que permiten no solo conocer la historia de las villas que los acogen, sino también disfrutar de increíbles panorámicas. El de Mértola, el de Marvão, el de Beja… estos son algunos de los 'castelos' más destacados para anotar en una ruta histórica por la zona.

Este castillo, que está situado a 850 metros sobre el nivel de mar en el punto más alto de la región, está estratégicamente orientado hacia la frontera entre España y Portugal y ofrece unas vistas panorámicas maravillosas al Parque Natural de la Sierra de San Mamede. El conjunto, muy bien conservado, constituye una superposición de fortalezas que corresponden a varios periodos de construcción bien documentados. De la época de la conquista cristiana por Alfonso II (S.XII) se conservan algunos tramos de la muralla, el portal románico de la Torre Principal, las puertas de la Traición y la cisterna pequeña. A finales del s. XIII Dinis ordenó obras de mejoramiento y refuerzo centradas en las puertas de arco quebrado y en la muralla urbana. En los siglos XV y XVI se refuerzan las entradas, se altera la Torre Principal que toma la estructura actual y se construye la cisterna grande. Los baluartes de la puerta de Rodão, puerta de la Villa, del Fortín y de la Rua Nova son construcciones tardías, del s. XVII.

El castillo de Mértola, que se levanta sobre las colinas del Valle del Guadiana, se construyó en la era cristiana, aunque fue objeto de transformaciones y restauraciones a lo largo de la historia. La torre del homenaje construida en 1292 por orden de Don João Fernandes, Maestre de la Orden de Santiago, alberga un museo y es un lugar privilegiado para observar la ciudad y el territorio circundante. La fortaleza fue clasificada como Monumento Nacional en 1943 y entre sus límites se puede visitar una iglesia que en el pasado fue mezquita y evidencia la herencia islámica del pueblo.

Este castillo, aunque se levanta sobre una fortificación romana, fue reconstruido en 1310 por el rey Dinis, según el plano que puede verse actualmente. Durante el siglo XVI se realizaron algunas mejoras de las que resultaron elementos de arquitectura manuelina entre los que destaca la ventana geminada de la torre que da a la plaza de armas, en la entrada al castillo. Lo que más llama la atención es su imponente torre del homenaje, símbolo de la ciudad de Beja, con sus almenas y el adarve que la rodea. El interior está formado por tres plantas, donde sobresalen las puertas ojivales y bóvedas ornamentadas. Para obtener una de las mejores vistas lo mejor es subir a lo alto de la torre por una escalera de caracol con 183 peldaños. Los sábados los visitantes pueden disfrutar también del mercado tradicional que se organiza a los pies del castillo.

Construido por el rey Dinis a finales del siglo XIII, el castillo de Monsaraz está clasificado como Monumento Nacional de Portugal. Alrededor del año 1830 y tras el cese de sus funciones militaras, la antigua plaza de Armas de la fortaleza comenzó a ser utilizada como plaza de toros, uso que ha llegado hasta nuestros días, ya que aquí se celebran corridas durante las festividades anuales en honor a nuestro Señor Jesucristo. Desde lo alto del castillo se puede contemplar el Embalse de Alqueva, el lago artificial más grande de Europa y una de las mayores construcciones portuguesas.

Este castillo, que domina la ciudad con sus restos de torres y murallas, fue construido por los portugueses a principios del siglo XIV aprovechando las fortificaciones dejadas por los árabes. Del siglo XVI es el convento de monjas de S. Domingo, situado dentro de la muralla, que guarda la tumba manuelina de los probables conquistadores de Moura. De este conjunto fortificado destaca la imponente torre de homenaje rectangular y una torre circular a la que se le añadió en el siglo XIX un reloj.

El castillo de Vide, rodeado por calles empedradas, pintorescas casas blancas adornadas con macetas y una de las juderías mejor preservadas de Portugal y coronado por una torre redonda de 12 metros de altura, destaca entre el paisaje del Alto Alentejo. Desde este punto se puede disfrutar de unas maravillosas vistas sobre la ciudad y sus alrededores. Algunas de las salas de la fortaleza se han reconvertido hoy día en museos, como el Centro de Interpretación de Megalitismo o el Museo de Historia y Arquitectura Militar, que cuenta con una exposición cronológica de los reyes del castillo entre los siglos XII y XIX. Dentro del recinto también puede visitarse la Casa Ciudadana Salgueiro Maia, militar de gran relevancia durante la Revolución de los Claveles nacido en la localidad.

Este castillo fue erigido en una posición dominante sobre una colina al norte de la Sierra de Ossa, en la ciudad de Estremoz. Se trata de una fortaleza de planta pentagonal con un recinto amurallado reforzado por contrafuertes que se erige alrededor de la torre del homenaje, una espectacular estructura realizada en mármol blanco que cuenta con 27 metros de altura. Se cree que la obra de esta monumental torre pasó por tres reinados y por ello es conocida como la Torre de las Tres Coronas. En el siglo XIII Dionisio I de Portugal anexionó al castillo una nueva construcción que sirviese de Palacio Real y residencia para su esposa, espacio que hoy día se ha convertido en una pousada de lujo.

El castillo de Sines fue construido durante la primera mitad del siglo XV como punto de vigía y defensa del trecho del litoral donde se halla el puerto de Sines. Su superficie es relativamente pequeña, media hectárea, lo que se explica porque en el momento de la construcción el pueblo ya ocupaba una superficie demasiado grande para estar completamente cercada. Las murallas integran elementos arquitectónicos visigóticos que formaban parte de un templo anterior, del siglo VII. En el interior destacan dos techos de madera pintados. El castillo fue objeto de una serie de obras de restauración que finalizaron en 2008 coincidiendo con la inauguración de la sede del Museo de Sines.

Esta fortificación no fue edificada con intención defensiva, sino con funciones administrativas, de ahí que no presente demasiada altitud. El castillo de Viana do Alentejo, de planta pentagonal ligeramente irregular, fue reformado en el siglo XV, época en la que se reforzaron sus almenas. En su interior se ubica el edificio del ayuntamiento y dos iglesias, la Matriz, una construcción mudéjar manuelina en cuyo interior destacan las vidrieras del siglo XVI y los azulejos sevillanos que recubren el altar, y la de la Misericordia, convertida hoy día en una sala de exposiciones.

En el entorno privilegiado del Parque Natural del Valle Guadiana, rodeada de viñedos, se encuentra la pintoresca localidad de Serpa. De su castillo medieval, muy castigado por las guerras de 1707/08, destaca la torre del homenaje de importantes dimensiones y planta cuadrangular.

Además, se puede pasear por las almenas para disfrutar de unas magníficas vistas sobre las llanuras, el acueducto, las murallas y los tejados de la ciudad. Desde 1958 se han hecho diversas intervenciones de reconstrucción y consolidación.

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