Antes y después Orden cocina MIni casa 22 m2 Sofá sin pared Armarios recibidor
Periodista especializada en decoración
Las molduras adquieren un carácter monacal cuando decoran techos abovedados, como el de la imagen. Mirando hacia arriba, bien podría parecer que estamos en el interior de una capilla, pero no. Se trata del pasillo largo de una vivienda decorado con ligereza para no restarles a ellas ni un ápice de protagonismo. Si las pintas en blanco, captarán mejor la luz natural y la proyectarán a esta zona de paso de por sí oscura.
En esta cocina abierta, la moldura decorativa cumple otra función: salvar el desnivel del techo. Estos, al ser bajos, requieren un modelo estrecho y sin demasiado ornamento. Mientras, la columna en la isla y el cambio de suelo –cerámico y madera– delimitan la zona de comidas del salón. Son junto a las molduras, elementos de transición.
No solamente verás molduras en techos, también se deslizan por las paredes aportándoles textura y volumen. Un recurso decorativo que deriva del Art Dèco. Suelen ser de madera o de materiales sintéticos, ligeros y fáciles de trabajar. Quedan elegantes y señoriales en forma de casetones en los que puedes enmarcar cuadros, a modo de enormes paspartús, o dejarlos vacíos. Píntalos en un solo color o combina dos, como las de este salón en blanco y rosa.
¿Quieres personalizar tus puertas? Poner molduras de madera es una forma de hacerlo y, si eres manitas, nada complicado. Solo deberás diseñar la forma y elegir el material: maciza, si te decantas por una madera noble o rechapada, con MDF o fibras de madera. Esta original puerta de forma irregular, por la que se accede al baño, se ha decorado con cuatro cuarterones con molduras rehundidas. Y se ha pintado en blanco, a juego con el revestimiento de listones que cubre la pared. ¿A que ha quedado chula?
En habitaciones con techos muy altos, la firma Leroy Merlin aconseja "colocar molduras grandes, porque las pequeñas quedan perdidas, y modelos ascendentes, es decir, con más elementos ornamentales en la parte superior". En este salón se han recuperado y restaurado las cornisas centenarias y se han combinado con molduras que dan a las cortinas un mejor acabado. Fíjate cómo se han decorado además los vanos en forma de arco de puerta y ventanas. ¡Un trabajo de filigrana!
¿Al hacer reforma has descubierto toda una colección de molduras en el techo? ¡Enhorabuena porque, además de ser tendencia, le darán nivel a tu casa! En esta imagen, una hilera de pequeñas ménsulas recorre perimetralmente el techo delimitando los espacios, en este caso, la zona de comedor. ¡Vaya estilazo!
Si piensas que todas las molduras son centenarias, estás muy equivocada. Puedes crearlas a tu antojo y prueba de ello es este ejemplo: un friso con molduras que recorre la pared del pasillo dándole un aspecto neoclásico. ¿A qué da el pego? El proyecto es del Estudio Mazza. No te pierdas el resto de la casa repleta de molduras ¡hasta en el baño!
Boiserie, seguro que habrás leído esta palabra en más de una ocasión. Pero ¿qué es realmente? Es esa librería clásica y simétrica que integra la chimenea. Como la de este salón, decorada con molduras en las puertas de los armarios inferiores y en la embocadura de la chimenea. Es un proyecto de Asun Antó.
En este dormitorio las molduras de la pared hacen las veces de cabecero, un recurso muy utilizado por los interioristas para decorar y llamar la atención de esta zona. La firma Orac Decor cuenta con modelos ligeros, fáciles de instalar, lisos o elegantemente esculpidos en diferentes tamaños, formas y estilos.
Tener frisos a media altura era algo común en las casas bajas del siglo pasado para combatir problemas de humedad. Hoy se emplean como elementos decorativos con el único objetivo de potenciar una pared. Se suelen colocar a 1,20 cm como medida estándar y pueden ser de madera natural, laminados, lacados o revestidos de papel pintado, como el pasillo de la imagen decorado por Meritxell Ribé. Este friso se ha rematado en la parte superior con una moldura, a juego con las del techo, y con un rodapié más estrecho en la inferior.
Fíjate bien porque en este salón hay molduras por doquier: en la boisserie, en la chimenea, en el techo de cornisas escalonadas, en las paredes...Todas ellas fueron “hechas ex profeso, por artesanos”, afirma la interiorista Miriam Barrio, autora del proyecto. La estancia respira un actualizado estilo clásico e irradia luminosidad, gracias al color blanco que se multiplica con los espejos semiocultos en las traseras de la estantería.
En las casas centenarias eran típicos los rosetones en el centro del techo enmarcados por molduras rectas. Muchas veces de ellos pendían fabulosas lámparas de araña. A lo largo de este vestíbulo se han colocado molduras rectangulares en las paredes y en el techo arropando a unas luminarias mucho más discretas.
"El contraste entre lo clásico y lo moderno funciona", asegura Miriam Barrio, la interiorista que proyectó este arriesgado dormitorio. Cuenta con cabecero imitando a terciopelo y molduras en la pared en un potente color coral. ¡El efecto es espectacular!
¿Sabes que puedes combinar distintos materiales en tus molduras? Puedes ponerlas de poliestireno estruido, un material ligero y flexible, perfecto si las paredes presentan irregularidades; de escayola, en el techo y de madera o DM en paredes y puertas. Este salón-comedor de estilo modernista presenta cornisas y rosetones ornamentados en el techo de donde penden las lámparas y molduras lisas en paredes y puertas. ¡Y lo mejor de todo es que ninguna es original, fueron hechas a conciencia! ¿La responsable? La interiorista Miriam Barrio que utilizó los poderes mágicos de las molduras.
¿Te encantaría tener una chimenea aunque solo fuera decorativa? La interiorista Miriam Barrio diseñó esta de obra con repisa y puertas de madera y la decoró con unas molduras exquisitas de diseño vegetal. Para remate, y como sus dueños no tenían intención de encenderla, convirtió su interior en una zona extra de almacenaje donde guardar ropa de cama. ¿No te parece una idea redonda?
¿A que dirías que lo que se ve en primer término es una puerta entreabierta? ¡Aunque lo parece, no lo es! El vano que comunica el salón con el comedor es tan ancho que se decoró con un antiguo panel de madera exquisitamente labrado y lacado en blanco. ¡Y quedó así de original! El proyecto de esta masía es del Estudio Lizarriturry Tomeu Arquitectura.
El salón y el comedor de esta casa se dividieron con unas puertas correderas que permiten integrar o separar ambos ambientes, según se desee. El marco de la puerta se ha enriquecido con molduras superpuestas cortadas a inglete que cantean y dan volumen al vano. Para contrastar con el color beis de paredes y puerta, el marco se pintó en un gris oscuro, a juego con la pared del fondo.
10 razones por las que decorar con tonos tierra no es nada aburrido
Molduras y zócalos: un revival con clase
Molduras, rosetones, cornisas, zócalos... ¿Quién es quién?
Nuestras mejores redactoras seleccionan para ti lo mejor de El Mueble de esta semana. Lo más visto, las mejores fotos, lo último. ¡Nuestros hits!
Recibe los mejores trucos en tu email para decir al fin ¡Hola orden, adiós caos! Nadie como El Mueble y nuestras expertas para aconsejarte mejor
En tu casa, cada mes y al mejor precio
Siempre disponible en tu dispositivo favorito
CÓMO CUIDAR LAS PLANTAS
Suscríbete a El Mueble
12 meses, 12 revistas Un año completo lleno de inspiración e ideas para tu casa
Despreocúpate Nosotros te la enviamos a casa cada mes, no te perderás ningún número
- 25% de descuento. Suscríbete ahora a través de esta oferta un año completo por 44,95€
¿Deseas dejar de recibir las noticias más destacadas de El Mueble?