Leche, arroz y polen se convierten en obras de arte en la última exposición del Reina Sofía | elmundo.es

2022-10-11 23:03:37 By : Mr. Alvin Huang

Walter Laib posa junto a su obra, 'Nowhere-Everywhere'. (Foto: EFE)

MADRID .- Leche, arroz o polen son algunos de los materiales que Wolfgang Laib utiliza en sus obras. Algunas de ellas se podrán ver en la exposición 'Sin principio-sin fin', en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, hasta el próximo 9 de junio.

El artista alemán relaciona al hombre con la naturaleza, en " invitación a los sentidos, como ha destacado la directora del Reina Sofía, Ana Martínez de Aguilar.

Laib combina elementos orgánicos para convertirlos en piezas que se renuevan en el tiempo y en verdaderas composiciones arquitectónicas.

La muestra consta de cuatro obras que "representan el trabajo de 40 años", ha explicado el artista, una cosmovisión derivada de una concepción sagrada del espacio y del tiempo.

La primera, 'Milkstone', realizada en 1975, es un bloque de mármol blanco con una depresión en su cara superior. La pieza se rellena con una capa de leche creando la ilusión de una forma sólida.

La segunda de las obras es 'Rice Meals'. Un conjunto de 33 platos alineados llenos de arroz, que el autor creó tras uno de sus habituales viajes a la India. Para la exposición de Madrid "se han colocado solamente 29 platos ya que Laib lo veía más estético", ha comentado la directora del Reina Sofía, quien incide en "el sentido cíclico de la vida" presente en la obra del creador alemán.

La tercera lleva por título 'Nowhere-Everywhere'. Es un gran zigurat -un templo que tiene la forma de una pirámide escalonada- de seis metros de altura realizado con bloques de cera de abeja.

'Pollen from Hazelnut' es la última de las piezas de la exposición. El método de trabajo de Laib de nuevo aúna la naturaleza y el hombre: el artista ha ido recolectando polen de los campos que rodean su casa en la Selva Negra, para depositarlo en el suelo y crear así grandes cuadros de color de intensidad extrema.

"Muy influido por Brancusi, a Laib le fascina la esencialidad de la forma", ha asegurado Martínez al referirse al objetivo que el artista alemán tiene al centrarse en la estética de los elementos de la naturaleza. Apreciar las formas y descubrir su esencia misteriosa son constantes en la obra de Laib.

El artista cursó estudios de medicina en la década de los sesenta. Entonces comenzó a darse cuenta de que "la lógica de las ciencias no eran suficientes", explicó la directora. Laib "buscó nuevos horizontes" y se acercó al pensamiento pre-renacentista y al espiritualismo oriental, que le influyó de tal modo, que decidió dedicarse al mundo del arte.

La exposición va acompañada de un catálogo editado por el Museo. Reconocidos autores describen en él las sensaciones que les despiertan las obras de Laib. Entre ellos, José Marín Medina describe el "contraste entre historia y presente y, entre hermetismo y corpulencia" de sus creaciones. Antonio Gamoneda escribe un poema que ilustra las características del trabajo de Laib. Durante la presentación de la exposición, Martínez leyó los versos de Gamoneda, en los que afirma que en la obra del alemán, "la materia es sagrada".

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