Qué ver en Estambul: 10 cosas que no te puedes perder | Skyscanner Espana

2022-10-09 23:10:05 By : Mr. Eric zhang

Noticias Qué ver en Estambul: 10 cosas que no te puedes perder

Enamórate por la magia de Estambul, una ciudad a caballo entre Europa y Asia. La antigua Constantinopla es una ciudad histórica que aúna la magia de dos mundos distintos y donde aburrirse es imposible. ¡Toma nota!

Por otro lado, la antigua Constantinopla ha dejado paso a la moderna Estambul, una ciudad cosmopolita y vibrante que lucha por afianzar sus libertades.

Si quieres abarcar todo lo que hay que ver en Estambul necesitarás semanas. Mezquitas, palacios, bazares, museos, paseos en barco, fiesta, etc. En Skycanner te queremos ayudar a disfrutar al máximo de la ciudad turca con este listado de cosas que hacer en Estambul:

Si eres de los que les gusta ir de compras tendrás que incluir el Gran Bazar en los puestos de honor de tu lista de lugares que ver en Estambul.

En pleno centro histórico de la ciudad encontrarás un laberinto de callejuelas techadas en las que se apelotonan puestos y tiendas donde se puede comerciar casi de todo. Alfombras, joyas, calzado, chaquetas de piel, suvenires, bisutería, tallas en madera, camisetas de fútbol, etc.

Los vendedores se encuentran en los pasillos, intentando captar clientes con su poliglotismo adquirido por los años en el negocio. Tendrás que tener cuidado, principalmente, con tres cosas: no perderte en el laberinto (lo han señalizado en los últimos años), intentar elegir la imitación menos mala y regatear bien.

Para salir victorioso del Gran Bazar debes regatear mejor que Leo Messi. Nunca aceptes el primer precio ofrecido e intenta rebajarlo entre un 30 y un 70%. Ten en cuenta que no te lo venderán si ellos no ganan. El tema de las imitaciones es aún más complicado. Casi nada es original.

La mejor forma de disfrutar del Gran Bazar es no comprar nada y sentarte a tomar un té turco mientras admiras el colorido, el arte de los vendedores y el pasar de la gente.

Es difícil catalogar a Santa Sofía. Esta construcción, máximo representante del arte bizantino, ha tenido múltiples funciones a lo largo de la historia. Inicialmente, fue una pequeña iglesia inaugurada en el año 360. En el 532, el emperador Justiniano I comenzó a dar forma a la gran estructura que sirvió de base a lo que vemos hoy. Más de 10.000 esclavos trabajaron duramente para hacer su sueño realidad.

En 1453, Constantinopla pasó a manos turcas y el sultán Mehmet II convocó la primera oración allí un viernes de junio. Desde 1935 es también un museo. El interior de Santa Sofía transmite majestuosidad. Grandes y suntuosas lámparas cuelgan de altos techos abovedados y los símbolos de Alá están grabados en dorado sobre grandes círculos de fondo negro. Piedra y mármol se combinan para crear poderosas columnas que soportan siglos de Historia.

Intenta abstraerte del gran gentío que la visita y viaja a otros tiempos. Sin duda, una de los más bellos monumentos que ver en Estambul.

Casi enfrentada a Santa Sofía, encontramos la Mezquita Azul, levantada por orden del sultán Ahmet I a principios del siglo XVII.

Esta mezquita sigue utilizándose como lugar de culto y oración y tiene capacidad para acoger hasta 10.000 fieles. La entrada es gratuita y debes respetar las reglas musulmanas: zapatos fuera y nada de vestimentas cortas. Consta de una cúpula principal, 8 más pequeñas y 6 minaretes. El sobrenombre de Mezquita Azul deriva de los hermosos mosaicos de azulejo de este color que adornan su interior. Visitarla a la hora de la oración es una de las cosas que hacer en Estambul si quieres sumergirte en su cultura.

Da igual que muchos lo consideren una turistada. Navegar en barco por el Bósforo es una de las cosas que hacer en Estambul que no debes perderte.

Son muchas las compañías que ofrecen estos servicios desde los puertos cercanos al centro histórico (Eminönü y Karaköy). El paseo no resulta caro (unos 10-12 euros) y recorres las aguas que separan Europa de Asia durante casi hora y media. Sirve, también, para ver otros barrios más alejados del centro. Aunque hay servicios durante todo el día, el mejor momento es el atardecer cuando, al regresar a puerto, puedes contemplar el bello perfil de Estambul, con sus mezquitas recortadas contra el cielo naranja.

Los amantes de la vida nocturna encontrarán multitud de cosas que hacer en Estambul. La ciudad turca es una ciudad joven y cosmopolita y los barrios de Taksim y Beyoglu son el máximo exponente de ello.

Comienza la noche cenando en cualquiera de los buenos restaurantes de Beyoglu. Los hay de todo tipo y precios. También en este barrio encontrarás bares más chic donde tomarte la primera copa. Cuando la cosa se comience a ir un poco de las manos, no tendrás que caminar mucho para encontrar garitos donde la gente se entregue a la fiesta hasta altas horas de la madrugada. Istiklal es el de más renombre.

El lado asiático de Estambul es realmente distinto a su vecino europeo. Todo tiene un aire mucho más decadente y, en cierto modo, más auténtico. Aquí no encontrarás ni rastro del turismo de masas, sino algunas modestas mezquitas, tiendas de toda la vida y gentes distintas. Toma el ferry en Europa y desembarca en Üsküdar o Kadiköy. Se trata de algo distinto que ver en Estambul.

Una de las cosas que hacer en Estambul que mejor idea te puede dar de lo que se trata vivir como un local es pasar un domingo en Ortaköy. En este barrio de clase media-alta, las terrazas de cafeterías y restaurantes que dan al mar se llenan de jóvenes parejas, familias y grupos de amigos que charlan tranquilamente.

Un mercadillo de artesanía y baratijas se instala al lado de la bella mezquita blanca de Ortaköy, que descansa justo a la vera del mar. Prueba las típicas patatas rellenas de verduras, salchichas y varias salsas distintas que venden en los puestos.

En el subsuelo de Estambul existe un entramado de antiguas cisternas romanas que eran utilizadas para almacenar agua, en previsión de la posible destrucción de los depósitos acuíferos de superficie en una de las frecuentes guerras.

La más conocida y visitada es la cisterna Basílica, construida bajo el reinado del emperador bizantino Justiniano I, en el 532 AC. Durante la década de los 80 del siglo pasado se acondicionó para la visita turística, dotándola de pasarelas a ras de agua. Como curiosidades: en la base de dos de sus pilares hay talladas la cara de Medusa, el ser mitológico; y aquí se rodaron escenas de la película de James Bond, Desde Rusia con amor.

Existen varios palacios que ver en Estambul pero el más famoso es el de Topkapi.

Se levanta orgulloso en su condición de vigía, entre el Mármara y el Cuerno de Oro, fluyendo el Bósforo a sus pies. La que fuera sede central del Imperio Otomano durante más de cuatro siglos es hoy un monumento emblemático de Estambul, visitado por millones de personas anualmente. De entre los diversos edificios que lo forman caben resaltar las salas del tesoro, las cocinas (con exposiciones de porcelanas únicas en el mundo), el harén y los distintos patios.

Hay tanto que ver en Estambul que uno puede llegar a sentirse saturado. Y es que, la mayoría de las veces, la mejor forma de tomarle el pulso a una ciudad tan monumental como esta es, simplemente, vagar por sus calles.

Observa a los pescadores del puente del Gálata. Párate en un puesto callejero a tomarte un kebab, un té o un rico zumo de granada con naranja. Recorre zonas alejadas del centro y entra, a la hora de la oración, a simples mezquitas de barrio. Observa los pequeños negocios familiares, los mercadillos y, en definitiva, el día a día de los habitantes de una ciudad que fue capital de grandes imperios.

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